Pégame el vicio, el vicio de tus labios...

Me hice este blog en realidad, para contar las aventuras y desventuras de mis "amores", amigos con derechos, flacos que te calientan (si, seamos realistas), o esos que estás por estar simplemente.
Y hoy, voy a empezar con alguno que otro, me explayaré más con esos que fueron importantes en realidad, daré nombres y si me acuerdo, apellido también(jeje), y los que no han sido "wachiwow" no hablaré tanto, pero eso no quiere decir que no me hayan importado.

Empecemos: El primer beso, ese que tiene que ser el más importante, para mí, fue traumático.

La primera vez que besé fue en sexto grado. Se sabe que mi debilidad siempre han sido mis vecinitos, y esa no fue excepción.
A mí me gustaba el pibe de enfrente Adrián se llama (un nabo hasta ahora), pero estaba claro que era un lenteja total así que ya le había pegado el ojo a otro, que vivía a la vuelta y se lo pasaba andando en bici por mi cuadra, y haciendo “wheelie” cada vez que pasaba por mi ventana. Ritual de apareamiento total, porque yo pasaba varias horas al día trepada al marco de la ventana mientras leía y fichaba a los hombres que pasaban, haciéndome desear.
No me acuerdo cómo fue que un día el pibe este (que era bastante mayor, estaba en segundo año) se me puso a hablar, ni cuantas veces (diciendo que me iba a caminar) bajé a hablarle. Pueden haber sido tres, puede no haber sido ninguna.
Un buen día bajé y nos fuimos a caminar por ahí. Nos sentamos en una vereda con pastito, debajo de unos árboles y charlamos *bastante*. No me acuerdo bien de qué, sólo unos cuantos fragmentos que me hago el favor de considerar poco representativos: le dije un par de boludeces y me dijo que no hablara así porque se ponía al palo, me preguntó en repetidas ocasiones si podía darme un beso, a lo que yo me negaba tímidamente pero muerta de ganas. En el jardín de la casa en cuya vereda nos sentábamos empezó a sonar un lento de no se quien, y bailamos.(Momento Cursi)
Después nos volvimos a sentar y accedí a que me besara.
Pues bien, yo me esperaba un besillo de lo más inocente onda "Mi Primer Beso", pero el chabon al toque me metió la lengua y estábamos transando. Y así estuvimos un largo rato, hasta que finalmente nos paramos (estabamos acostados en el pasto, ahí) y me acompañó hasta mi hogar. Él caminaba al lado mío con su bici y de pronto me dice che, tenés todo sucio y me quitó el polvo de los pantalones. Por decir le digo qué hacés y me dice che, ahora que soy tu novio me vas a dejar tocarte el culo, no? Y ahí me reí un poco y dije seguro, pero adentro pensaba acerca de qué raro que era todo, cómo era esto de que éramos novios. Y no habíamos llegado a la esquina que ya había calculado que las (tremendas) ganas de seguir practicando no eran suficientes como para andarme molestando con toda esta burocracia de tener novio, por lo cual no pensaba volver a verlo en toda mi vida.
Entré a mi habitación, mamá me retó por haber desaparecido tanto tiempo y yo no podía sacarme la sonrisa estúpida en mi interior. No tenía la menor importancia.
Se podría decir que más allá de la experiencia en sí estaba orgullosa de mí misma por haberla llevado a cabo. Obvio que tenía ganas de transármelo hace rato. Obvio que tenía ganas de transarme a *alguno* hace rato, y que planeaba transarme a muchos más en el futuro. Pero lo relevante en el momento era que ya lo había experimentado.



* What’s in a kiss?
Have you ever wondered just what it is?
More perhaps than just a moment of bliss
Tell me what’s in a kiss